El eterno retorno. Con una de las mejores piezas que conozco. Deus. Björk.(Sugarcubes)

Una de las canciones que impactó mi juventud.
No sólo Björk con su belleza agreste, su delicadeza poderosa y su despreocupación total por el resto del mundo, me cautivó.
Su voz indomable, multi registro y proveniente del auténtico cielo e infierno se convirtió en mi musa.
Pero por aquellos tiempos yo no tenía grandes expectativas sobre mi vida, y mucho menores si cabía, con respecto a las chicas.
Atacado por un acné implacable, con unas gafotas empotradas en mi narizón tubérculo, no tenía la menor de las posibilidades de ligar con el sexo opuesto, mucho menos con una diosa del tamaño de Björk.
Al cabo de los años, cuando por fin me di cuenta de que los feos también ligamos, incluso enamoramos, ya fue demasiado tarde.
La diosa ya llevaba demasiado tiempo jugando en otra liga, en otro universo, otra dimensión a la mía.
Pero los soñadores vivimos de sueños.
Y ahora por primera ves en mucho tiempo, ya no sueño en volver al pasado a enmendar mis errores y recuperar a amores perdidos.
Sueño con otra vida en que tenga la oportunidad de conocer a Bjórk en la misma dimensión, por ejemplo en una fiesta en la que sea yo el artista invitado y mis primeros acordes vayan dedicados a ella.




https://youtu.be/fq2dWTBVZD4

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