¿Mi vida es un sueño o sueño con vivir?



 

No suelo acompañar mis entradas de un video musical.

Tampoco suelo documentarme para las entradas, este no es un blog de respuestas o soluciones, es ante todo un blog de preguntas que surgen de un impulso intenso y espontáneo. Y me interesa transmitir esa preguntas y mis respuestas basadas mayormente en mi experiencia y mis ideas y convicciones personales, eso no hay ningún libro que lo pueda hacer.

Cuando me desperté esta mañana con las reminiscencias de un sueño tuve el impulso de divagar sobre los sueños y la vida.

Y ya, tomando el café me ha venido esta canción a la memoria, impresionante, que no habla específicamente de los sueños pero transmite elementos oníricos que contrastan con la cruda realidad.

Tal como suele suceder cuando te despiertas justo en mitad de un sueño, sólo recuerdas lo más inmediato a que tus neuronas se encuentren con la realidad.

Iba caminando con mi habitual chándal y mi polar desgastado, sereno y con la mente por las nubes, cuando me crucé con una mujer bellísima, no la belleza standard, más bien mi idea de belleza; pelo castaño liso y recogido una piel fina y y tersa, y unos ojos marrones claros, preciosos que se cruzaron con los míos, es más había en ellos una mirada mezcla de sorpresa e interés, que me desarmó por completo por unos momentos y seguí caminando, esta vez soñando.

Esto no debiera extrañaros, hace mucho tiempo que no he sentido ese tipo de mirada, es más hace un tiempo también que en general las mujeres no me ven al cruzarse conmigo. Esto no sé si es debido a la edad (he estado tentado de subir una foto de cuando tenía 20 años, una exultante juventud que al margen de mi subjetiva belleza, me otorgaba un atractivo que no podía ser ignorado (no creo en la falsa modestia, no es más que un signo de inseguridad y desconfianza hacia las opiniones de los demás) comparado con mi imagen de hombre maduro de 54 años que ha perdido la mayor parte de su atractivo). O es debido a mi actitud ante la vida, hablo menos, bromeo menos, hago menos locuras, sonrío menos y sobre todo no tengo ese porte como si me fuera a comer la vida.

No suelo recordar mis sueños, supongo que sólo recuerdo los que más me impactan. Y luego puedo pasar todo el día rememorando el sueño, reviviendolo, incluso modificándolo a mi gusto.

La clásica característica de los sueños es que pueden mostrarse tan reales como la vida misma y a la vez confrontando imágenes y hechos que desafían toda lógica o toda ley fundamental de la Física. Nos pueden confrontar con historias que hemos tratado por todos los medios de suprimir de nuestra memoria. O al contrario nos pueden regalar con historias que anhelábamos revivir, perdidas en nuestra memoria.

También es clásica la supuesta capacidad de los sueños para exhortar nuestros mayores temores, desilusiones, fracasos, pérdidas. Como si nuestro cerebro nos diera la oportunidad, a modo de terapeuta, de deshacernos de todo lo oscuro que hemos vivido, hablando de ello, sacándolo fuera de nuestros adentros.

Y sobre la pregunta del título de la entrada, está claro que la mayoría de nosotros hemos sentido o nos hemos preguntado en algún momento, si estábamos viviendo la "realidad" o en realidad estábamos inmersos en un sueño. Es una sensación sumamente desconcertante, porque de repente sientes como si no tuvieras el control de tu vida (el famoso control de nuestras vidas daría material para otra entrada completa). Curiosamente, o no, esta sensación suele ocurrir cuando estamos teniendo una vivencia negativa. Cuando vivimos algo positivo tendemos a creer que es real y que lo controlamos.

El soñar con vivir, no es algo pasivo, sino activo. Todos también hemos soñado, incluso despiertos con vivencias positivas o negativas, dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos. Cuando una persona sueña activamente en situaciones adversas y negativas de forma constante, entra en los límites de la patología psicológica, pues puede ser origen o consecuencia de una depresión.        Cuando una persona sueña repetidamente con situaciones o vivencias positivas, puede estar también en el límite de lo enfermizo, porque es obvio que su vida real puede que sea un horror. Ante las dos alternativas, la del sueño fantasioso positivo es el menos peligroso, el que con un poco de ayuda o apoyo familiar o de buenos amigos, puede quizás llevarle a seguir uno de esos sueños positivos, irlo poco a poco traspasando a su realidad y llegar a cumplirlo, transformando su penosa vida actual cuanto menos en una vida soportable, y de ahí en adelante.

Sé que no he divagado tanto como enotras entradas y probablemente no haya contado nada que nadie no sepa ya. Pero a mí alguna vez me ha servido tirar de un sueño positivo, algo que realmente deseaba y eso me ayudó a salir de mi caverna oscura.

Y por si os ha sabido a poco, os hablaré de algo que tiene mucho que ver con los sueños; la realidad. Bueno más bien la cuestionaré.

Algo que muchos ya nos cuestionábamos y poníamos en duda ¿Qué es la realidad?

¿Cuan real es la realidad? ¿existen realidades paralelas no excluyentes?

¿Es mi realidad la misma que la tuya?

Pues bien, tras años de películas de ciencia ficción (véase Matrix, etc) y libros (Véase 1984 o El mundo feliz) haciéndonos dudar de una realidad que mayormente nos viene impuesta por la sociedad. Un bebé o un niño no tienen inicialmente una idea de realidad en su mentes por construir. Pero tras pasar por la guardería, la escuela, el instituto, la universidad, el trabajo, los medios de comunicación...todo el mundo se ha encargado de transmitirnos la idea de realidad, confirmarnos lo que es realidad de lo que no lo es.

¿Pero realmente nos han enseñado a discernir entre lo verdadero y lo falso?

Si partimos de la idea de que cada uno de nosotros percibe la realidad desde su prisma subjetivo. ¿Como podemos tener la certeza de que lo que nos han inculcado como real es real?

Sólo se me ocurren dos ideas al respecto (hoy estoy perezoso).

Mi realidad, con una certeza del 100% es la que pueda tocar con mis dedos y la que pueda integrarse sin conflictos con mi forma de razonar, por tanto es subjetiva. Por ello no la debería intentar imponer a nadie. Ni dejar que nadie me la impusiera.

De ello se deduce que no hay una realidad universal e incuestionable. Igual que nada es del todo verdad o mentira, eso depende del ojo con que se mire.

Y la otra idea, la peor, y yo diría que trágica, es el hecho de que como muchísima gente no se plantea esta duda fundamental, todo individuo, grupo, gobierno, religión, todas las megaempresas, todo aquello que ostente algo de poder puede y han estado haciéndolo durante siglos, manipular a las masas por medio de la manipulación de la verdad de la realidad, una verdad que ha servido para sus propósitos, sus intereses y que las masas han aceptado con total naturalidad como la verdad absoluta.

Y ahí lo dejo, puede que sea una entrada un poco deprimente, pero este no es un blog de entretenimiento, es un blog para retar al pensamiento convencional y con suerte crear algo de conflicto en vuestras inquietas mentes.


Comentarios

Entradas populares