Llorar con un nuevo día


Esta mañana me he despertado más pronto de lo habitual, estaba amaneciendo, precioso y frío, el sol despuntando, sin todavía dar una pizca de calor.

He conectado el móvil y me ha salido uno de esos reels de fotos seleccionados por el Google Fotos, y la última foto era ésta. Sabía lo que iba a suceder y me he puesto el Stationary Traveller de Camel, esa increíble pieza que es toda un solo de guitarra desgarrador, perfecto. 

Y he estallado en un lloro compulsivo y descontrolado, mezcla de una tristeza inmensa por todo lo que he perdido en tan poco tiempo, una madre maravillosa, una mujer maravillosa, una familia maravillosa, 3 años sumidos en una horrible depresión. Pero mezclado con la alegría de seguir vivo (a pesar de intentar dejar  de estarlo), alegría simplemente por no estar ya deprimido y poder disfrutar desde las cosas más pequeñas hasta las más grandes; mi hijo pequeño que ha supuesto el pilar al que me he agarrado en los peores momentos y que él solo me da tanta felicidad sin siquiera saberlo, mi padre que a pesar de los pesares, quiero más que nunca y que siempre está ahí si lo necesito, mis dos hermanos menores que han estado ahí y con los que he podido expresar mis más oscuros momentos y me han entendido, y mis pocos pero buenos amigos que me han apoyado aunque fuera en la distancia y mi hijo mayor, en la distancia, que me ha escuchado y quizás no haya sido una fuente de felicidad, pero siendo mi primer hijo y queriéndolo como lo quiero y la responsabilidad que siento por él, aunque ya sea un adulto joven, ha sido otro de los salvavidas que ha evitado que intentara hacer más locuras autodestructivas. Y por último ha habido una amiga que en todo este tiempo me ha ha ayudado psicológica y emocionalmente, pero también físicamente, viniendo a mi casa a ver cómo estaba e incluso trayéndome comida preparada, porque mi hambre había desaparecido y casi no comía (perdí 20 kg en esos dos años).             Y la música, siempre la música.

Físicamente ya no soy el de hace 10 años, cuando todo brillaba en mi vida.

Psicológicamente tampoco. En esencia soy el mismo, pero he perdido parte de mi extraversión y locuacidad, también de mi supuesto ingenio y sagacidad, también de mi natural capacidad de sociabilizar, también parte de mi supuesta inteligencia, también de mi sentido del humor. He perdido ilusiones y sueños. He perdido una parte de mi autoestima por el camino de la separación, la depresión más profunda y prolongada que he tenido nunca, que necesitó que me frieran el cerebro con la maldita Terapia Electroconvulsiva. Con pérdida de parte de mi capacidad memorística. He pasado 2 años de baja, saliendo poco, sociabilizando poco. Desde que salí de la depresión he empezado a salir más y conocer gente, pero ya no es lo mismo, no sólo es que me cueste más sociabilizar, es que muchas veces, me tengo que obligar, porque en realidad no me apetece. Aunque cuando menos lo esperas encuentras un buen amigo (Art i Stil😊).                                                                  

Espero que con el tiempo vuelvan parcial o completamentamente todas estas habilidades. Quizás me quede tal cual.

En todo caso, no me quejo. Como decía, estoy vivo y no estoy deprimido.

No se si será realmente cierto que se aprende de la experiencia, de los errores. Más me vale, necesito contrarrestar todo lo negativo que he vivido hasta el punto de integrarlo en mi ser. Quién sabe, quizás, pueda desarrollar nuevas habilidades sin esperar a que las antiguas retornen. La gente evoluciona, aunque no se de cuenta, unos por las buenas, otros por las malas.

El sol ya me ofrece algo de su calor, me encanta escribir en mi terracita. Otra razón para estar contento.

                                   Camel - Stationary Traveller (HQ) 1984



 

 


 

Comentarios

Entradas populares