Tormenta de ideas


Brainstorming en inglés, no es un concepto nada nuevo.
Como todas las buenas ideas, se ha comercializado y es ahora muy conocida por su uso en el mundo empresarial, eso sí, más para los ejecutivos que para los de abajo, porque las ideas de estos últimos no interesan.
Pero bueno, también se ha usado también mucho a nivel educativo.
Inicialmente el brainstorming sería como una reunión de niños que dicen todo lo que se les pasa por la cabeza, sin pensar, sin filtros. Obviamente la mayoría de esas ideas serán ridículas, sin sentido y de poca o nula relevancia. Pero el objetivo es que de todas esas ideas pueda salir alguna brillante, la joyita que tenía guardada en su cerebro alguno de los niños, por miedo a precisamente a que esa idea fuera ridícula, sin sentido y recibir las burlas de sus compañeros. Los adultos igual.
Ahí está la clave; cuando se le explica a los niños (y a los adultos) lo que es un brainstorming, cuando se les asegura que cualquier idea es válida, ni mejor ni peor, cuando se les incita a pensar que entre todas las ideas que salgan de todos ellos, podrán complementarse y así quizás lleguen a resolver un problema, crear algo nuevo, avanzar en algún proceso o lo que sea, el grupo se deshinibe, no se autocensura. Y porque ello muchas veces se consigue y porque además consigue implantar la sensación de ser un equipo, algo nada desdeñable en grupos que van a trabajar o estudiar juntos por un buen tiempo, porque el trabajo en equipo de forma continuada es bien conocido por mejorar la interrelación y la confianza entre sus miembros. 
Ya sé que no acabo de descubrir América pero merece la pena recordar lo beneficioso que puede ser un brainstorming ya sea en el trabajo como en el colegio e instituto. Y sí, es bien conocido, pero ello no significa que se use todo lo que podría. En unos casos por todavía desconocimiento, en otros casos por la rigidez y las normas en determinadas empresas y centros educativos, que hace que no salgan de su programa de estudios y puede considerar esta idea como una pérdida de tiempo, porque para muchos profesores la idea de enseñar sigue anclada a la arcaica idea de introducir datos en los cerebros de los niños y jóvenes, de forma unidireccional y sin la verdadera participación de estos. Los niños y jóvenes tienen todo un mundo interior que clama por expresarse. Si el profesor no da la oportunidad a sus alumnos de compartir sus ideas, no sólo está privando al resto de sus compañeros de alguna idea brillante, sino que además el profesor pierde la oportunidad de conocer mejor sus alumnos, algo que sin duda le ayudaría a enseñar a sus alumnos de una manera más personalizada. Muchos fracasos escolares no son debidos al niño en cuestión, sino que la responsabilidad es del profesor que no ha sabido enseñar a ese niño tal cual es; uno más matemático, otro más gráfico, otro más literario, otro más imaginativo y creativo, etc.
Por supuesto que hay profesores que pillan enseguida cómo es cada uno de sus alumnos, que refuerza sus aspectos más flojos e incita a explotar sus lados más brillantes, pero eso queridos lectores (esto es broma, sólo me leo yo y raramente algún amigo al que le envío un enlace a una de mis entradas) es muy difícil de hacer si estas en una institución educativa donde hay un programa de estudios con un currículum a cumplir, que viene desde arriba, El Consejo Escolar, y más arriba, del Ministerio de Educación (o deseducación...), con sus manos medio atadas y 25 críos delante de ellos, tampoco me puedo ensañar con los profesores.
Eso sí felicitar y congratular a los profesores que han tenido la oportunidad de caer en alguno de los colegios que han decidido salirse de las normas e impartir una educación alternativa a la reglada por el Estado.
Ja,ja,ja Esto es lo que pasa con una Tormenta de ideas, pretendes hacer algo y acabas haciendo cualquier otra cosa, pero esa cosa puede ser más valiosa que la que te habías propuesto en un principio.
En esta entrada pretendía hacer un Brainstorming casero, esto es, yo sólo en mi terraza. Pensaba que aunque normalmente no pongo muchos filtros a lo que escribo en este blog, esta vez iba a dejar todos, todos los filtros fuera.
Pero resulta que me he liado a explicar lo que es un Brainstorming y he acabado, criticando nuestro sistema educativo (no es la primera vez, creo que es la base de todo en una sociedad, y así vamos).
Pues venga, por ganas que no quede. Voy a hacer un mini-Brainstorming porque ya me estoy enfriando en la terraza (pero es que me encanta escribir a cielo abierto) y se hace ya demasiado tarde (idea del médico, no mía).
Bueno primera idea ya la tenía precocinada; teniendo dos horas y media de gozo viendo Malditos Bastardos del loco de Tarantino ¿Quién necesita sexo?
Y por extensión, teniendo el 50% de mi vida un crío maravilloso, inteligente, sensible y gracioso, que me dice que me quiere a todas horas, y que se preocupa por mi y para colofón me calienta la cama (sí, a sus casi 11 años cuando duerme en casa duerme conmigo, tiene su habitación pero prefiere dormir conmigo, no creo que haya edades límite, en realidad lo disfruto mientras pueda, en poco tiempo él solo se cambiara a su habitación, está púber, y a veces parece casi un preadolescente), me da patadas y culazos y algún pedito de ángel, pero no me importa. Con esa maravilla a la que no le tengo que contar donde he estado o explicar en que me gasto el dinero o aguantar sus quejas y peroratas por lo muchísimo que la amo ¿Quien quiere una pareja?
Y por extensión de nuevo, teniendo dos gatitos que he adoptado hace sólo dos semanas y ya me reclaman caricias y juegos, incluso la gata duerme sobre la manta de mi cama, unas veces a solas conmigo, otras entre los pies de mi hijo y los míos.
Sólo reclaman comida y bebida, y retirar sus excrementos con una palita de su arenero (están bien enseñados). ¿De verdad necesito a la gente?
Bueno esta última pregunta tiene respuesta con matices. Los gatos no hablan. Y a mi, me gusta hablar y escuchar. Por tanto, a veces siento que no necesito a nadie (a parte de mi hijo) pero otras veces necesito ver gente, preferiblemente amiga, y digo ver, porque chatear está bien, pero te pierdes la mitad interacción, te pierdes el lenguaje no verbal, la alegría de ver reír o sonreír al otro, incluso el tacto, un buen abrazo, un buen choque de manos, el roce de mejillas...
Otra, la he pensado muchas veces pero aún así me lo sigo preguntando ¿Por qué a pesar de hacerme pasar parte de mi infancia como una pesadilla, que me llenó de complejos, que nunca ha salido de sus labios un "te quiero hijo mío", que siempre he creído que tenía un nivel de sensibilidad cercano a cero, unas ideas retrógradas, por qué le quiero y me preocupo por él? ¿Es que se guardaba todo su amor para mi madre (se querían mucho)? Hace casi tres años que mi madre murió y sigue amándola (¿necesitándola?) en un duelo infinito. He intentado explicarme su comportamiento, como padre funesto, por una carencia en su infancia, por una forma de ser muy poco expresiva, pero eso sólo le excusa. Mi pregunta sigue ahí ¿Por qué le he seguido queriendo? ¿Será porque es el único padre que tengo? No se.
Bueno me voy al catre, se que si siguiera frente al ordenador me saldrían más ideas y preguntas, si eso ya haré una segunda parte. Por hoy ya vale, además casi me he acabado el tabaco y no quiero levantarme sin el cigarrito del café de la mañana.





 

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