Tormenta de ideas II
Había olvidado uno de los efectos de una buena Tormenta de ideas, solo o incluso más, en grupo; te hace sentir exultante, hiperactivo, contento, revitalizado y con ganas, muchas ganas de más. Y así me he levantado esta mañana ¡Con alegría y unas ganas tremendas de escribir! No sin antes reforzar todo ello con esta tan poco convencional canción de una banda tan poco convencional como los White Stripes, eso sí, no con los cascos, sino con mi sistema HIFI (reseña a la estupenda película High Fidelity, 2000, de Stephen Frears con un tremendo John Cusack como audiófilo empedernido amante del vinilo, y cómo esta pasión le acompaña en su búsqueda personal del amor por diferentes etapas de su vida. Tiene un libro homónimo detrás de Nick Homby muy recomendable).
Pues, esta canción se puede catalogar de muchas maneras, pero a mí se me ha ocurrido; felina. Irreverente, agresiva, egocéntrica sin complejos, empoderadora en su letra y muy felina en su música, impredecible, con un bombo de batería casi Apache, un bajo hipnotizador (como la mirada directa y persistente de un gato), una voz con cambios de registro recurrentes y de textura a veces felina como un auténtico maullido, y todo ello remachado por una guitarra desgarradora y maullante. Pondré las letras Ingles/castellano al final, para el que llegue a esta entrada, no se pueda permitir, por tiempo o por agotamiento, buscarlas en Google.
No puede haber mejor canción para empezar esta segunda sesión de Tormenta de ideas, no sin antes aclarar que uso Tormenta de ideas y no Lluvia de ideas como también se suele usar en nuestro país. Primero la segunda expresión representa esa manía que tenemos en este país por traducir a nuestra bola palabras o expresiones inglesas que se pueden traducir literalmente conservando su significado original. Esta expresión proviene del ya citado Brainstorming, que es de donde importamos la idea, del mundo anglosajón, por otra parte, igual que muchísimas ideas, música, modas, comportamientos y movimientos sociales. Brain, cerebro; Storming, tormenta ilustra perfectamente esa herramienta, parece que nos viene del cielo pero es totalmente impredecible, tal como son los rayos y truenos. Sin embargo, la lluvia una vez comienza es monótona, predecible en la mayoría de los casos, insulsa, repetitiva y encima molesta.
Me he levantado con Laika a mi lado (creo que los gatos no tienen derechos de privacidad) y me ha puesto su cabecita contra mi mano, acariciándole suavemente las mejillas, es lo que más le gusta. Es impredecible, a veces nos se cansaría de mis caricias, otras veces con dos caricias le basta, otras veces se aleja cuando me acerco ¿No os suena a algo cercano? Polar es diferente, más impredecible si cabe, más salvaje, bueno tiene un año (Laika 7 años full adult) como si fuera un adolescente si me acerco deprisa huye como un rayo, si me acerco lentamente y le ofrezco mi mano, no viene a por mis caricias sino que se revuelve panza arriba y me enseña sus garras y entonces juego con él como si de un ratón mi mano se tratara, me araña un poco y me mordisquea, es un juego para él, un entrenamiento, aunque no sea consciente de lo afilados que tiene sus colmillos y me haya llevado ya algún que otro cortecito. aunque tampoco le dice que no a las caricias, en la mejillas y en su entrecejo, por unos segundos para su batalla particular con mi mano.
Cuando llego a casa, casi todos los días Laika está esperándome cerca de la puerta, incluso encima del zapatero de la entrada. Se positivamente que cuando me oye venir con el portentoso oído de un gato, se prepara, porque quiere salir de la casa, ya me lo ha hecho dos veces y conseguí cazarla en el pasillo de de la finca. Es una gata que ha vivido en la montaña, entrando y saliendo al campo a placer y debe extrañar tremendamente esos campos y esa libertad (¿Esto no os suena también a algo muy cercano? También otras veces me espera junto con su hermanito con unos maullidos que ahora ya reconozco perfectamente, hambre. Y claro sus comederos están vacíos. Otras veces será por otras razones. No me importa, dos preciosas criaturas me están esperando. Y no puedo saber qué ronda sus cabezas, y puede que quiera confundir la confianza que me están cogiendo con un sentimiento que tradicionalmente hemos acotado a los humanos ¿Un poco de amorcito?
Y si así no fuera, con sentir ese pequeño amorcito yo por ellos, el poder acariciar su pelo sedoso (en vez de piel sedosa, qué más da) y sobretodo sentir por su postura, sus ojos y sus ronroneo que están disfrutando de dichas caricias, me basta. Siempre se ha dicho que cada uno busca el amor donde quiere o puede.
Y aquí viene mi idea revolucionaria, para mi claro. Yo era de los que creía que no se podía querer a un animal, y si se le quería tanto, había llegado a mirar a los respectivos dueños con cierto desdén, pensando: "pobres deben estar muy desesperados o solos o simplemente desengañados de la especie humana para parecer que prefieren la compañía de un animal que la de un humano, y querer a ese animal como si de un humano se tratara. Gran error.
Los humanos somos tan vergonzantemente obtusos y presuntuosos que hemos creído siempre tener el monopolio del amor.
Por supuesto que hay personas que en su soledad han encontrado un compañero animal en el que depositar su afecto, ese amor que todos necesitamos ofrecer a alguien, derrocharlo si se puede. Y si tratas con tal afecto a tu animalico, quién puede demostrar científicamente que este animalico no puede acabar queriendo a su dueño.
Pero el tema es que nuestra capacidad de amar es infinita, no tiene límites (bueno para algunos humanos esto no se cumple, ya sea porque están enfermos del "corazón" y más científicamente los que sufren una serie de trastornos psiquiátricos que les impiden percibir lo que sienten los demás (ausencia de empatía) por lo que no se preocupan y/o son capaces de amar a otra persona, en la acepción más amplia de amar, otras veces sufren trastornos que les impiden amarse, aceptarse a si mismos, con lo cual les resulta casi imposible querer de verdad a otra persona, y hay más, y no nombro los trastornos, porque no estoy aquí para eso y no acabaría nunca. Irónico que nos creamos los reyes de la creación por tener un cerebro tan desarrollado, cuando es la misma complejidad de este cerebro el que propicia, no sólo la inmensa cantidad de trastornos psiquiátricos y psicológicos que padecemos, si no la gran capacidad que tenemos de crear problemas donde no los hay (producto de nuestro increíble cerebro pensante a todas horas aunque sea de manera inconsciente), de inventarnos situaciones grotescas, incluso de fabricar historias, creencias, leyes que han ido en contra de nuestros más básicos instintos, el mayor, el de supervivencia, el de reproducción (y protección) a partir de lo cual se han sucedido las guerras, incluso entre hermanos, las masacres y genocidios, el asesinato o esclavitud por el color de tu piel, tu religión, creencias políticas y por tu género (hace falta que recuerde que el feminicidio no es algo propio de nuestra época, el maltrato, esclavitud, su uso indiscriminado como si de animales se trataran, la eliminación de la mujer fuera física o psíquicamente, todo ello ha existido desde siempre)
La conclusión es que todo aquel que es o ha sido diferente a una persona o grupo de personas que por su comportamiento han demostrado ser verdaderos enfermos mentales, han tendido a ser eliminados, eliminando en realidad a los más pacíficos, los que no distinguen a una persona como más persona que otra, en realidad eliminando a los que podríamos considerar seres humanos, los que de verdad se merecen ese apelativo.
Los gatos (y por ende los animales domésticos) dentro de su complejidad de comportamientos y lo poco que sabemos de sus cerebros, son mucho más simples, pero, si tienen la suerte de encontrar su propio ecosistema favorable (sea una casa o una finca en el monte) son felices, no se crean elevadas y ridículas expectativas sobre la vida (es una opinión personal por varias razones que no expondré por no alargar) y se adaptan y arreglan con lo que tienen.
Ojalá los humanos aprendiéramos un poco de ellos, seguro que habría mucha más gente feliz, menos guerras, menos depresiones, menos suicidios.
Podría divagar sobre el tema "forever and ever" pero sé que acabaría hablando reiteradamente del amor. Apuesto a que si alguien lee esto, podría pensar que es mi carencia de amor lo que me hace hablar tanto de él. Pues podría ser cierto, o no.
Hay mucho amor en mi vida, otra cosa cosa es que deseara más...
Seven nations army - White Stripes
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