Una pesadilla o la necesidad de un Mr. Brightside

Bien, el comienzo de una entrada es casi la parte más difícil.
Se trata de enganchar al personal sin contarle demasiado para no estropear el desarrollo completo de la entrada.
Pues, primero decir que esta entrada conecta con alguien que me preguntó sobre mis motivos para perder la fe en el ser humano.
Segundo, para demostrarle a otro seguidor (creo que tengo dos o tres, me bastan) que muy al contrario de lo que cree, estoy mejor que nunca, con energías para romper barreras, prejuicios, creencias y alguna que otra cabeza!
Va por Javi y por el señor/a Maquina.
Esta entrada se me ocurrió, como no, mientras me duchaba esta mañana, intentando deshacerme de una capa como de plástico de envolver sandwiches que casi había llegado a asfixiarme durante la noche. Una pesadilla de las que te despiertan con el aliento entrecortado.
Es un tema reincidente en mis pesadillas, el temor a quedarme excluído de la sociedad, sin trabajo, sin casa, sin amigos, sin ningún tipo de apoyo.
Es una sensación muy muy angustiosa, debe ser muy parecida a la sensación de aislamiento de un esquizofrénico en un brote, pues se supone que desconectan totalmente de la realidad.
Supongo que esto es incluso peor, porque de repente te sientes desconectado de todo lo familiar que te rodea, y además eres plenamente consciente.
Y para los que empiecen a creer de nuevo en una depresión, se equivocan, yo siempre positivizo todo lo que ocurre; si llueve a cántaros, me limpia el coche; si no tengo trabajo, más tiempo para mi mismo y para mis amores; si no tengo demasiado dinero en mi cuenta, entonces aprecio cada vez más todo lo inmaterial de mi vida; si un día no sale el Sol, hago un esfuerzo e intento iluminar a todo el que me rodea.
Solo hay un motivo definitivo que no podría tornar en mi favor. Y problablemente a mis herederos no les vendría tan mal...(sorry, humor negro de médico).
Resumiendo, qué he podido sacar en limpio de tal pesadilla sofocante?
Una vez tuve un trabajo que se acercaba bastante a lo que se me ha ocurrido esta mañana.
Trabajé durante 3 años y medio en un centro de ayuda a drogadictos.
En aquel trabajo encontré los pacientes más desesperados y las historias más sórdidas que han llegado a mis oidos.
Pero tras una depresión reactiva a tomar demasiada responsabilidad en el asunto, salí fortalecido y disfruté como nunca de mi profesión.
En nuestro centro tambien teniamos un psicólogo y una trabajadora social, formando un equipo excelente para apoyar y tratar de reencauzar tantas vidas rotas.
Te dabas cuenta que el sacarles de las drogas no era lo más difícil, lo más duro era dibujarles una nueva vida que pudiera ofrecerles un mínimo de dignidad y felicidad y, por ende, mantenerles alejados de las drogas.
Y esta mañana, aún con el miedo en el cuerpo, y la miseria a mi vera, pensé que tenemos médicos que nos curan las heridas y enfermedades del cuerpo, psicólogos y psiquiatras que cuidan de nuestra salud mental, tenemos incluso "coaches" algo muy moderno que pretenden aconsejarnos en el día a día, pero acaso habéis visto nunca alguien anunciándose para animar a la gente???
Suena tonto, lo sé, casi pueril, pero quién no habría pagado alguna vez en su vida por tener a alguien que le animara justo cuando y donde lo necesitara???
El desánimo, la desesperanza, la tristeza, nos son enfermedades o patologías, no se enseñan en las facultades y sin embargo desgraciadamente son muy comunes en nuestra sociedad moderna.
Te imaginas ir a tu médico de cabecera y cuando te pregunta, ¿Qué le sucede? Tu le respondieras "Doctor, estoy triste"...
Os puedo asegurar que más de uno se reiría y algún otro podría incluso enfadarse por creer que le hacías perder el tiempo.
No te hablo ya del señor especialista Psiquiatra...
Pues justo ahí entraría yo, el Médico Integral que me he considerado siempre, que igual me preocupaba por el estado físico de mis pacientes como escarbaba en su estado de ánimo, en su entorno familiar y social, en su trabajo, si lo tenía.
Es inceíble que hayan pasado 50 años lustro arriba, lustro abajo desde que los Gandhi, Martin Luter King, John Lennon and company nos enseñaran que se puede repartir esperanza gratis y que sigamos siendo incapaces de reconfortar por el simple placer de hacerlo a nuestro vecino, nuestro compañero de trabajo, nuestro congénere.
Lo que no estoy dispuesto a hacer es iniciar una campaña para que todo el mundo sea "gueno". Me tratarían directamente de retrasado mental y probablemente sería objeto de investigación por alguna agencia secreta no gubernamental...(humor amarillo).
Pero sí me propongo crear, algún día, una asociación de ayuda al desesperado, al desarraigado, al sin techo, al pobre de espíritu, a cualquiera que necesite de un empujoncito para seguir adelante o un gran empujón para reiniciar su vida desde cero.
En principio sería un servicio gratuíto, pues siempre he pensado que si invito a alguien a mi boda no le voy a forzar a pagarme los cubiertos, este proyecto me haría muy feliz y cobrarle a la gente empañaría su valia.
Ya encontraríamos algún modo de financiación.
Porque no pienso estar solo en esto, me vendrían muy bien un  psicólogo, un trabajador social, un buen administrativo, un educador social, un abogado, incluso un periodista para ayudarnos a expandir nuestro proyecto. Aunque fuera a tiempo parcial, serían todos imprescindíbles para ofrecer una ayuda de verdad a los necesitados.
Por supuesto que yo sería el Alma Mater, el Mr. Brightside del proyecto, pero reconozco mis limitaciones, y sé que con mi mejor medicina y todo el ánimo de mi central atómica interior no bastaría para cubrir todo lo que necesita un ser desesperado.
Para quien no sepa inglés, Brightside es el lado brillante de la vida y yo, soy Mr. Brightside!
Si alguien lee estoy  piensa que es una soberbia gilipollez, por favor que me lo explique, tengo mis ideas muy claras y normalmente no me dejo influenciar por los demás, pero si resulta que todos pensáis que mi idea no vale un pimiento, por respeto a vosotros, lo tendría que repensar, que como ser humano, puedo estar equivocado (lo estoy a menudo).
No obstante, os dejo dos de mis frases preferidas:
Toda idea revolucionaria y que acabó siendo aceptada como natural, inicialmente fue tratada de locura e incluso herejía.
Cuando menos lo piensas, salta la liebre (genial).
Ahi os dejo eso, y esta vez, por lo que supone de muy personal y que comparto con todos vosotros, os agradecería de todo corazón que opináseis.
Vuestra opinión cuenta, me da igual si lo haceis como anónimo.
Un abrazo intenso y una sonrisa cálida.
Mr. Brightside