Pozo profundo.
Conforme extendía mis miembros podía sentir el vacío alrededor.
Yo no lo había pedido.
El pozo vino a mi y me engulló.
Atrapado.
No sabía si iba hacia abajo o hacia arriba.
La temperatura bajó de repente.
El oxígeno me faltaba.
Y conforme llegaba al fondo, el pozo se alargaba, otro pozo.
Me froté los ojos, esperaba fuera una pesadilla de la que poder salir.
Pero no.
Al notar que la caída se hacía interminable, decidí adaptarme al medio y pensar en cómo salir del entuerto.
***
Una brisa pegajosa y dulzona me invade.
Mi pelo vuela al viento.
Y temo no poder parar.
Piedras caen a mi lado, compartimos gravedad.
Puro vuelo aleatorio.
El canal de la vida aparece ante mis ojos.
Acude como rayo disuelto un panal de néctar fluido.
***
Has de salir.
No te descuides.
¿Tienes alas?
Me considero aire.
El agua me moja.
El viento me mece.
***
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