La super chica

Retomo el blog tras un largo tiempo de inactividad.
Inicialmente, esta mañana, pensé en darle un gran cambio. Sólo habrían entradas descriptivas de todo lo bello que hay en la vida.
Pero soy incapaz, no puedo desligar lo bello de lo horrible en esta vida.
No creo en Wonderland. Quien sólo vea lo maravilloso de este mundo, primero está ciego; segundo, no será capaz realmente de disfrutar de las maravillas, de los momentos mágicos, sin antes haber sufrido el horror, la injusticia, la imperfección de este Mundo.
Por otro lado mi faceta reivindicativa llego a mi persona hace sólo cinco años, y llegó para quedarse.
Una vez aclaradas mis intenciones, inicio la entrada de hoy.
Esta entrada se me ha ocurrido al volver a escuchar y ver el vídeo de Super Girl de Reamonn, tiene muchos años pero lo bueno perdura.
Esta canción puede confundir al principio y parecer una oda a las super chicas, las que nos presentan los medios y los cuentos cursis.
La letra de la canción lo deja claro, lo que el cantante cree que es su chica, en realidad es una super mujer, esto es, una mujer. Esa mujer con super poderes, el poder de volar.
Pero hay más, mucho más. Esa mujer, a parte de llorar, es capaz de cuidar, cuidarse, luchar y gritar, escuchar, empatizar, organizar, romperse antes que romper, liderar sin ordenar.
Esa mujer es capaz de tanto pero es valorada tan poco.
Podría ser capaz de liderar un mundo mejor, pero ellá jamás lo impondrá, es incapaz de mandar basandose en el miedo o el abuso.
Todos, todos incluídos hombres y mujeres, hemos nacido de una madre, la sentimos en su interior y luego mamamos de ella y compartimos esa sensación de seguridad y amor incondicional e infinito.
Por todo ello me pregunto ¿Cómo es capaz el mundo, todo tipo de sociedad, negarle a la mujer su sitio en el mundo, no ya como igual del hombre, sino como superior?
Antes de que nadie me envíe una carta con Anthrax por lo último que he dicho, que sepáis que soy muy consciente de lo que he escrito. Está abierto a debate, aunque está escrito desde el corazón.
El cerebro, la razón, no es siempre la que manda en nuestros actos, me gusta mucho más un hibrido entre ambos, razón y sentimientos, la intuición.
E intuyo que tarde o temprano, la mujer hallará su sitio en el Mundo.
Espero verlo con mis propios ojos.

SuperGirl de Reamonn

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