Poesía callejera III


Sola

En esta ocasión nació una perla
tras mil gotas de rocío.
Ni bella ni horrible, ni grande ni pequeña.
A su alrededor todo era diferente.
No se pudo comparar.
Sólo saber lo que no era.
Había seres que se movían,
ninguno reparó en su presencia.
Y pasaron días y noches y 
ella echó de menos algo.
Quizás sólo fuera un sueño.
En un tiempo lejano
pertenecía a alguien.
Siempre a su lado.
¿Acaso era más feliz con su nueva libertad?


 

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